Un profesor de Derecho de Salamanca, al borde del banquillo tras una década de denuncias por agresiones sexuales contra alumnas

A sus 61 años, después de tres décadas de docencia, un profesor de Derecho de la Universidad de Salamanca pidió prejubilarse en enero de 2024. “Le agradecemos los servicios prestados durante tantos años y le deseamos lo mejor en esta nueva etapa que acaba de comenzar”, recoge el acta del Consejo de su departamento del 31 de enero del año pasado. Nada menciona el acta sobre el contexto de esa “jubilación voluntaria”. Semanas después, el ya exprofesor, José Lorenzo García Martín, declaró como investigado por ser el presunto autor de una agresión sexual cometida contra una alumna en su despacho de la universidad. Es el tercer proceso por hechos similares en diez años y el primero que sale a la luz pública.

Los presuntos hechos por los que García Martín está encausado habían ocurrido un año antes de su prejubilación. La alumna, a quien el profesor había citado en su despacho pasadas las ocho de la noche del 20 de diciembre de 2022, relató en su denuncia que después de entrar y tomar asiento, él cerró la puerta y se sentó en una silla al lado. Y que tras “diversas preguntas sobre su vida personal”, aprovechó la cercanía para “frotar” con una mano el interior del muslo y luego el pecho izquierdo de la estudiante, que se quedó “bloqueada” y “sin saber qué hacer” hasta que se levantó para irse. “Estoy excitado”, le dijo él y se ofreció a acompañarla a su “residencia” de estudiantes, “a lo que ella no se opuso por estar presa del miedo”, según la denuncia que recoge el auto de transformación en Procedimiento Abreviado, equivalente al procesamiento, del 24 de junio de 2024.

Nacido en Salamanca en 1962, sin hijos y pareja de la abogada que lo defiende en el proceso en marcha, García Martín fue profesor titular en Salamanca desde 1993 y juez sustituto en Toro (Zamora) durante 15 años, entre 1996 y 2010, según fuentes del Consejo General del Poder Judicial. Durante su declaración como investigado, negó “categóricamente” los hechos, pero el juzgado primero, y luego la Audiencia Provincial, consideraron que el proceso debía seguir adelante.

En conversación telefónica con este diario, este profesor de Derecho Mercantil empezó negando que estuviera inmerso en ningún proceso judicial: “hasta la fecha y que yo sepa, no”, dijo el jueves. Acto seguido pidió hablar primero con su “pareja”, y abogada, para decidir si iba a responder a las preguntas. Luego ya no volvió a descolgar. En su declaración judicial, dijo también que “nunca antes había tenido ningún expediente disciplinario tramitado por la Universidad”. Es falso.

Esa alumna, de origen latinoamericano, no era la primera en denunciarlo ante las autoridades universitarias. Otra estudiante ya lo había hecho en el verano de 2022, se le abrió expediente disciplinario por ello y la fiscalía también lo denunció. “Puso su mano izquierda sobre mi seno izquierdo y con la mano derecha me rodeaba desde la espalda hasta mi seno derecho, [...] tocándome los pezones, luego el vientre y despacio hasta mi parte genital”, relataba la anterior denunciante, de origen argelino y residencia francesa. Este caso fue archivado provisionalmente después de que la alumna, que dejó la carrera y volvió a París, no compareciera a declarar una segunda vez en el juzgado.

En el primer expediente, la universidad había comunicado la denuncia a la Fiscalía en 2022, pero no tomó medidas cautelares y García Martín siguió dando clases. “La reacción fue inmediata, contundente y absolutamente legal”, afirma por teléfono el entonces rector de la USAL, Ricardo Rivero. ¿Por qué en julio de 2022 no se le apartó de las clases con el primer expediente, tal y como sí se hizo con el segundo expediente un año después, en julio de 2023? Según Rivero, porque “las circunstancias del caso” eran diferentes. ¿Cuáles? “No puedo revelarlas”, dice.

Poco después, el último día lectivo antes de Navidades de 2022, el profesor agredió presuntamente a la estudiante de origen latinoamericano, que no es la primera, pero tampoco la segunda, sino al menos la tercera que lo denuncia judicialmente. En 2014, García Martín ya había tenido un primer proceso por hechos similares, en aquel caso denunciado por una estudiante china, según consta en un informe de la USAL incorporado al proceso en marcha. “No nos consta oficialmente que la USAL conociera [entonces] el asunto”, asegura un portavoz de la universidad. “No sabemos cómo acabó [aquel caso]”, añade.

Profesor de Derecho Mercantil, casi siempre dio clases en la Facultad de Económicas, en el campus Miguel de Unamuno, así llamado en honor a su rector más citado —”venceréis, pero no convenceréis”, si fue eso lo que dijo—. La Universidad de Salamanca, la más antigua de España y dirigida actualmente por Juan Manuel Corchado, el rector castigado por autocitarse de manera fraudulenta, atrae a miles de estudiantes extranjeros cada año.

La directora de la Unidad de Igualdad de la USAL, Inmaculada Sánchez Barrios, no ha respondido a los mails enviados por este diario. Desde que fue nombrada en 2016, ha habido nueve denuncias internas por acoso sexual en la USAL, dos de las cuales son las mencionadas de 2022 contra García Martín que dieron lugar a expedientes disciplinarios y sendos traslados a la Fiscalía, según datos del Servicio de Asuntos Sociales (SAS).

La USAL no ha aclarado si el denunciado en alguno de los otros siete casos es el mismo profesor, alegando “la Ley de Protección de Datos”. Según el citado informe de la USAL, hay presuntamente más víctimas de nacionalidad china, más allá de la que acudió al juzgado en 2014 y que luego volvió a China, según una persona que conoció el caso en su día. La embajada china en España no ha respondido a los mensajes de este diario sobre si tenía conocimiento de las situaciones denunciadas por sus nacionales.

“La Universidad de Salamanca en todo momento ha actuado atendiendo a la víctima, poniendo todos los medios a su alcance a través del Servicio de Asuntos Sociales y dando traslado a la autoridad competente”, afirma una nota oficial enviada a este diario sobre el caso abierto. La universidad no quiere darle ninguna publicidad al asunto, aseguran operadores académicos, sociales y jurídicos del caso. El juzgado número 2 está a la espera de que la fiscalía presente su escrito de acusación para decidir sobre la apertura de juicio oral.

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